En este post te explico qué es el interés compuesto y cuál es la clave de la importancia de los hábitos en el largo plazo. No le he dado un enfoque exclusivamente económico, sino un enfoque más general que creo que puede ayudarte.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es el interés compuesto y para qué sirve?
- El interés compuesto en diferentes áreas de tu vida
- Las claves para aplicar el Interés Compuesto a tu favor
- Conclusiones respecto al interés compuesto
Se dice que, en una ocasión, alguien le preguntó a Albert Einstein sobre cuál era la fuerza más poderosa del universo, a lo que él contestó: “el interés compuesto”.
“El interés compuesto es la octava maravilla del mundo. El que lo entiende, lo gana… el que no… lo paga”. – Albert Einstein.
¿Qué es el interés compuesto y para qué sirve?
Todos hemos oído hablar del concepto del interés compuesto hasta la saciedad y del poder que tiene en el mundo de las finanzas. Para algún despistado que aún no sepa qué es, es aquel interés que se va sumando al capital inicial y sobre el que se van generando nuevos intereses. El dinero, en este caso, tiene un efecto multiplicador porque los intereses producen nuevos intereses. Por contra, en el caso del interés simple, los rendimientos siempre se generan sobre el capital original por por tanto el crecimiento es lineal. Esto es lo que hace que el interés compuesto sea tan interesante, ya que tiene un efecto multiplicador. De ahí que los expertos siempre recomienden no tocar el dinero que se invierte en bolsa o índices de referencia hasta que pase mucho tiempo, ya que de estar sacando continuamente parte de las ganancias, esto limita mucho el crecimiento del efecto compuesto.
Aquí te lo ilustro con un ejemplo muy práctico, en el supuesto de aplicar el interés compuesto a 1.000 $ respecto a aplicar un interés simple (en el ejemplo denominado ’no compounding’). En el primer caso, el interés generado en el primer año se reinvierte y ayuda a generar un interés superior en años posteriores.
Como puedes apreciar, la magia sucede cuanto más tiempo pasa. Lo que al principio supone una diferencia prácticamente imperceptible, se convierte en un incremento exponencial a medida que pasan los años.
Hasta aquí, nada nuevo.
Pero de lo que realmente vengo a hablarte hoy es de la aplicación del concepto de interés compuesto en el resto de ámbitos de tu vida. “Invierte en personas que quieran tener relaciones a largo plazo que te hagan obtener resultados en el largo plazo“ es uno de los capítulos que reza el libro “The Almanack de Naval Ravikant“, un libro que habla sobre creación de riqueza, felicidad y filosofía de vida, modelos de pensamiento y un sinfín más de temas interesantes que te recomiendo encarecidamente. Uno de esos libros para revisar de vez en cuando.
En este capítulo habla sobre el interés compuesto desde un punto de vista diferente y su aplicación e influencia en tus relaciones de negocios y otros muchos aspectos de tu vida. ¿Por qué hay personas que logran llegar tan lejos y causan la admiración del mundo entero? Si te fijas en algunas de las personas más exitosas de la sociedad, como por ejemplo el CEO de alguna empresa pública y por el que pasan miles de millones al año, están ahí porque han construido relaciones personales a largo plazo y el trabajo que han creado se ha beneficiado del interés compuesto. Es decir, han puesto el interés compuesto a trabajar a su favor, y este es el causante de lo que muchos llaman “suerte”.
Me quedo con la respuesta que dio Richard Branson cuando le preguntaron si él se consideraba una persona afortunada:
“Sí, por supuesto, todos somos afortunados. Si vives en una sociedad libre, eres afortunado. La suerte nos rodea cada día, constantemente nos ocurren cosas afortunadas, las reconozcas o no. Yo no he sido más o menos afortunado que otros. La diferencia es que cuando la suerte vino a mi, saqué un beneficio de ella“ – Richard Branson.
El interés compuesto en diferentes áreas de tu vida
1. El interés compuesto en las Relaciones personales
Piénsalo de este modo. Si llevas 5 o 10 años trabajando con una persona y disfrutas de su compañía, obviamente confías en esa persona.
Todas las negociaciones con esa persona serán rápidas porque confías en ella, y probablemente velará por tus intereses. Por tanto, es importante construir relaciones con personas que te aporten cosas beneficiosas a tu vida, ya sea personalmente o desde el punto de vista de los negocios, pero tratando siempre que sean relaciones reales.Si encuentras algo que te apasiona hacer, y encuentras a las personas adecuadas para ayudarte a conseguirlo, invierte profundamente en mantener y ampliar esas relaciones.
2. El Interés compuesto en tu reputación
Lo mismo ocurre con la reputación, si te expones de forma continua y construyes una reputación como persona experta en algún área de conocimiento, mantendrás el efecto compuesto trabajando a tu favor poco a poco.
El mundo está lleno de gente con mucho talento pero que no pone su reputación o conocimiento a trabajar. ojo, que no digo que sea mejor o peor, hay personas que prefieren trabajar desde el anonimato y es algo totalmente respetable y comprensible. Pero son ejemplos del potencial que puedes aprovechar a base de aplicar de forma constante y continua muchas pequeñas acciones en una dirección que te acerque a tus objetivos.
Si actúas siempre de forma ética y en base a tus valores, poco a poco la gente lo sabrá y serás una persona de confianza para los demás, algo que seguro que te traerá éxitos futuros.
3. El interés compuesto para tu Aprendizaje
Con el aprendizaje también ocurre, el 99% de lo que aprendemos a lo largo de nuestra vida no sirve de (casi) nada. Por supuesto ir al colegio o universidad te enseñan una metodología, una disciplina y desarrollar ciertas capacidades importantes para el futuro (sintetizar información, retener, etc.), pero gran parte de ese aprendizaje nunca lo usarás y probablemente lo olvides con el paso del tiempo.
Lo importante no es centrarte en que el 99% de lo que aprendes sea una pérdida de tiempo, sino más bien en el 1% restante, que es el conocimiento que te permitirá crecer de verdad. Invierte más tiempo y energía en ese tipo de aprendizajes que puedas aplicar en mejorar y deja que el interés compuesto haga su trabajo a lo largo del tiempo. Detecta aquellos puntos de tu formación que quieras reforzar y que te ayuden a conseguir tus metas.
El principal problema del interés compuesto es que normalmente los resultados tardan mucho en llegar. Es la constancia y el esfuerzo acumulados en la aplicación de pequeñas acciones positivas en cada área de tu vida lo que hará que puedas conseguir resultados a largo plazo. Muchas veces, el éxito llega de la noche al día ( de nuevo, la gente lo llama suerte), pero realmente será fruto de haberte rodeado de las personas adecuadas, ganarte una reputación como persona de confianza o formarte en el área de interés que desata tu potencial ¿es eso realmente suerte? Más bien es estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Y luego tenemos también el caso contrario: si no aplicas esta serie de pequeñas acciones positivas, significa que tienes hábitos que no te ayudarán a conseguir tus objetivos, y por tanto el Interés Compuesto jugará en tu contra, siendo el resultado de estas acciones también acumulativo.
Las claves para aplicar el Interés Compuesto a tu favor
El efecto compuesto es el principio de obtener una enorme recompensa a partir de pasos aparentemente pequeños e insignificantes. Decisiones pequeñas pero inteligentes. Esas pequeñas decisiones, en el momento no solo no parecen importantes, si no que además requieren de un esfuerzo y dedicación extra que hace que repetirlas de forma consistente requiera de un trabajo de mentalización y creación de hábitos.
Y claro, al no ver una recompensa en un punto cercano, muchas veces lo dejamos a mitad o al poco de empezar, pensando que “no sirven para nada”. Normalmente tendemos a dejarnos llevar por hábitos día a día que nos generan satisfacción inmediata pero que no tienen un impacto en nuestra vida en el medio o largo plazo. A menudo restamos peso a la enorme importancia que tiene ser consistente en la consecución de objetivos. Y la consistencia solo viene con la implantación de hábitos positivos en tu vida, y la eliminación de los negativos.
A veces pienso que, para conseguir nuestros objetivos, deberíamos tener la resiliencia y capacidad de sacrificio que tenían nuestros antecesores unos años atrás. La cultura del esfuerzo y la disciplina de trabajo estaba mucho más arraigados en la sociedad. Ahora, con tantas distracciones y generadores de dopamina inmediata a nuestro alrededor, pensar en el largo plazo parece misión imposible.
Como sociedad, nos hemos acomodado. Esto es aún más visible cuando las cosas no te van mal del todo. ¿Qué necesidad tienes de trabajar duro en algo si tienes tus necesidades básicas cubiertas? Tener que superar la agonía, frustración, soledad, trabajo duro y decepción que requiere generalmente conseguir objetivos ambiciosos en tu vida cuando llevas una vida cómoda, es difícil.
Y es aquí donde entran en juego los hábitos. La creación de hábitos es fundamental en nuestra vida. Todos necesitamos de realizar acciones en nuestro día a día sin tener que pensar detenidamente lo que estamos haciendo. Simplemente, es algo que repetimos continuamente por inercia. Y esto es bueno: si tuviésemos que decidir cada pequeña acción en nuestra vida, nuestro cerebro colapsaría. Pero también tiene un punto en contra, y es que no eres consciente de muchas de las acciones que realizas cada día y que hacen que no consigas tus objetivos en el largo plazo, y que podrían hacer que fueses una persona más productiva. Para construir esos hábitos que te hagan mejorar, estos son los pasos que debes dar:
1. Define tus objetivos o áreas de mejora
Es importante primer hacer la reflexión de en qué áreas de tu vida te quieres focalizar. Piensa en áreas de tu vida que te resulten complicadas y en las que estés luchando, o aquellas que claramente quieres mejorar. No solo a nivel profesional, sino también a nivel personal. ¿Tu relación de pareja? ¿tu futuro profesional? ¿tu vida familiar? Define objetivos en cada área a corto, medio y largo plazo. Y muy importante: toma el 100% de responsabilidad del éxito o fracaso de la situación actual de cada uno de estos objetivos que quieres cumplir o mejorar. Si no tomas responsabilidad, siempre pondrás excusas de que no los consigues por esto o lo otro. Sólo si piensas que dependen 100% de ti es cuando tendrás claro que debes aplicarlos sí o sí para tener éxito.
2. Crea hábitos positivos y elimina los negativos
Es importante tener claro esto: los hechos siempre mandan. De nada sirve tener el objetivo de ver o llamar al menos un par de veces por semana a tu familia, si en la práctica no los llamas porque… (pon aquí cualquier excusa). Está muy bien tener la voluntad, pero al final lo que quedan son los hechos. Por eso, lo siguiente es que pienses qué pequeñas acciones o hábitos puedes realizar cada día para conseguir cada objetivo. Se constante, interioriza esos hábitos hasta que formen parte de tu día a día. Dicen que cuesta 3 semanas el formar un hábito. No dejes que pase ni un solo día sin aplicar estos hábitos, de lo contrario volverás a la casilla de salida.
3. Registra tus pequeños avances
Registra las acciones relacionadas con cada área. Por ejemplo, suponiendo que quieres perder peso. Una vez te marcas unos objetivos de querer bajar de peso y decides incorporar a tu vida el hábito de comer mejor y hacer ejercicio, registra todo lo que comes cada día. Registrarlo todo te hace darte cuenta de la cantidad de cosas que comes casi sin pensarlo.
Además, el simple hecho de tener que registrarlo hace que te lo pienses dos veces ¿realmente merece la pena comer esto? Igual si tu objetivo es reducir tu deuda, anotar cada gasto que realizas cada día te ayudará a darte cuenta de gastos totalmente innecesarios que eliminar. Es importante empezar poco a poco. Comienza por lo más importante para ti, anota todo lo que haces en ese punto y pronto ve incorporando otros objetivos. Mejor ir despacio y mantenerlo sencillo hasta coger el hábito.
Conclusiones respecto al interés compuesto
Una vez empieces a tener en cuenta qué áreas mejorar en tu vida, tomar acción y medir y anotar los resultados que vas obteniendo, es cuestión de tiempo que el Interés Compuesto empiece a trabajar a tu favor.
Piensa en el impacto que puede tener en tu vida poner el foco en la corrección de hábitos nocivos para ti y el cambio por hábitos positivos, durante el curso del tiempo. Pero es importante no desesperar y volver a caer en lo de antes: cada pequeña acción es invisible e imperceptible, y seguramente parezca insignificante para lograr el objetivo a largo plazo, pero mantén la constancia, los resultados llegarán.
Os espero la semana que viene con una nueva edición de Optimismo Paranoico, tratando algún otro tema que crea que os puede resultar interesante. Si te ha gustado, ¡Comparte!
